¡Amiga!/1 de Octubre; 17.30 hs./Reservado

Nos encargamos todo con nuestro debido cuidado, como si se tratara de una operación secreta sigilosa, y quedó todo como lo imaginaba en mi cabeza; El sillón corrido algunos centímetros hacia la derecha y ubicado verticalmente con respecto de la televisión y en el gran espacio que sobraba, nuestro super colchón para la pijamada.
Mientras ella buscaba las cosas, como madre babosa que ya era (sin siquiera tener a los bebés 'fuera de mi') volví a contemplarme el vientre y darme unos pequeños masajes, lo hacía siempre que podía, como para darles calor y cariño, como las madres gallinas suelen hacer con sus huevos. Reí cuando ella volvió, con algo de vergüenza por siempre encontrarme así y la imité cuando se tiró sobre el colchón.

"Unas para comer, otras para llorar" indicó ante mi cara de sorpresa al ver la cantidad enorme de servilletas que traía y luego de reír aclaré -Creo que me estás tratando de cerda y usas como excusa mis lágrimas fáciles...- puse cara triste -Aunque sí, terminaré echa un desastre de helado por toda la cara- y...- y también lo de las lágrimas- finalicé extendiendo mis brazos como un bebé cuando pide* por la comida más que nada y cambié trescientas veces de pose hasta encontrar una que me fuera cómoda por si me dormía, para llorar y al mismo tiempo comer. -Parezco una perra literalmente- comenté cuando me di cuenta de que había hecho demasiado movimiento, para luego quedar sentada con las piernas cruzadas y el helado sobre ellas. Reí y miré a la pantalla con ojos de ilusionada.

*cierra y abre las manos.

Reí ante su expresión en cuanto le dí las servilletas. -Nos conozco demasiado, y sé que es una película romántica.- le sonreí- Además, Temi, estamos más sensibles que nunca. Sobre todo tú- reí y me acerqué hacía donde ella, que ya estaba bastante acomodada con el helado entre sus piernas.
Imité su pose y antes de comenzar a comer mi helado. -¡LA PELÍCULA!- grité- Alguien tiene que ir a ponerla- miré a mi amiga, estabamos las dos en una posición bastante cómoda como para levantarnos.
Estuvimos mirándonos en silencio durante un minuto, pero ninguna de las dos nos levantamos. -¿Piedra, papel o tijera?- pregunté

Me gustaba la idea de los llantos juntas y la acepté con una sonrisa. Cuando Soph estuvo acomodada recordó un no menor detalle: ¿y ahora quien ponía la película?. Miré a mi alrededor: El mando estaba cerca pero no servía de nada, a menos que use un poder mágico para hacer levitar el porta CD, abrirlo y hacer andar la cinta(?). La miré rápidamente con cara de exhausta, pidiendo por favor que se encargue ella aunque era muy injusto pues llevaba haciendo mas cosas que yo. Me decidí a levantarme para no causar revuelo por un asunto tan mínimo; Clavé la cuchara en el helado y abrí mi boca -Yo...- pero me cortó ella proponiendo que jugáramos un 'piedra, papel o tijera' para tomar la decisión de quien sería la electa para hacer aquella acción -...La mejor de tres, va... Por lo que no debes intentar ganar- dije poniendo mis manos en posición (detras de mi cuerpo) y reflexionando con lo que siempre elegía la gente... ¡Tijera!, elegí en mi mente y esperé a que ella contara para sacar mi mano y ver que nos deparaba el destino.

Off: Hacé ta-te-ti o no se..(para saber cual elegir, porque no tiene gracia que ya sepas lo que voy a poner jajaj)

Comenzamos con el juego. Primera ronda: ella tijera, yo papel. Segunda ronda: ella papel y yo tijera -muy original. Tercera y decisiva ronda: ella piedra, yo tijera. Bien... debía ir yo. Me levanté con pesadez y cara de pocos amigos. De verdad me daba mucha fiaca levantarme.
Puse la película y antes de poner "play" apagué las luces y mi tiré nuevamente sobre el colchón, aunque accidentalmente le erré a la distancia y me golpeé la cabeza contra la pared.
-¡Mierda!- grité y me tomé la cabeza. Miré a mi amiga riendo con dolor- Dile perdón a los niños por haber escuchado esa palabrota saliendo de mi boca. - y luego me puse en pose nuevamente... Afortunadamente el dolor se fue al instante. Hay que recordar que debido a mi licántropía, esas cosas pasan al poco tiempo.
Ya había pasado media hora aproximadamente en que la película comenzó, y las dos nos encontrábamos iguales, con el rimmel corrido, angustia en nuestras caras y sin helado.
-Es increíble como pueden mantener ese romance a tanta distancia- dije en un hilo de voz.
Eso me dio mucho en qué pensar... Elliot.
Nos habíamos distanciado luego del incidente con Cole, y no he sabido más de él... Lo necesitaba, ¿acaso algo más había? Me sentí culpable desde el momento en que huyó corriendo... Maldito, siempre he estado a tu lado a pesar de tus mentiras, ¿es así como me pagas? No puedo creer que me haya enamorado de ti.
Estuve en silencio y mirándo hacia la nada durante un buen rato. Luego reaccioné y sequé mis lágrimas nuevamente.
Finalmente la película había terminado... Me levanté otra vez a apagar el dvd, y al encender las luces no pude evitar entrecerrarlos.
Noté que mi amiga se encontraba casi dormida, con los ojos algo hinchados y la panza hinchada debido a la comida y a los bebés.
-¿Quieres ir a dormir?- era obvia su respuesta, pero no perdía nada con preguntarle.

Ella sabía como tratar conmigo, siempre decía alguna cosa que me sacara una sonrisa, inclusive en medio de tan dramática película. Romántica y super tierna, pero el pensar en la pequeña distancia que tenía con Luca y la gran distancia (de tiempo) que me separaba de los bebés me emocionaba aún más, pero... Esperaba que ella no estuviera pensando en Elliot. Nisiquiera habían tenido una separación, era una situación en "stop" sin saber como avanzaría y retrocediendo cada nuevo segundo. Al instante de este pensamiento mío ella comentó "Es increíble como pueden mantener ese romance a tanta distancia" y me estremecí ante el miedo de que leyera mis pensamientos o algo parecido (era imposible en forma humana).

Al terminar sequé mis lágrimas rápidamente -De nada sirve, mi ropa me delata- comenté señalando las lágrimas impregnadas y esparcidas por mi cuello y mi pecho, ante mi fallido intento de fingir que no había llorado y escondido los sollozos a gritos durante toda la duracion del film. La luz me molestó, mis pupilas se dilataron e imité un gemido de gato o... más bien el de los vampiros de las películas, aunque siquiera me pareció gracioso a mí incluirlos en mi vida(por mínima situación que sea). Saqué aquel resentimiento de mis preocupaciones y por mas que estaba muerta de sueño, recordé algo que me dió motivos inmediatos para levantarme en un segundo (Además no quería olvidarme). Me paré y mareé un poco, pero nada grave. -Espera aquí- pronuncié con aire de entusiasmo y en una corrida fui y volví de mi habitación; -Esto...- sonreí tímida. -Quiero que conserves esto- estiré mi mano y le di un pequeño amuleto con una W (wolf) y una cría de lobo muy pequeña grabada en una de sus puntas. ¿Qué era? Lo había encontrado revisando cosas viejas, era de mi prima, o de mi tía, supuse. Y se lo estaba dando a ella pues era la única otra loba que creía merecer conservarlo (era un dige para cadenita). Nada importante quizá, pero una pequeña atención por su graaaan importancia en mi vida.

Algo en esa película me había... tocado, sabía que era, pero no quería reconocerlo. Sacudí mi cabeza en un intento de limpiar mi mente y me concentré en mi amiga.
Reí ante su gemido por la luz que se prendió derrepente. -Sacaste a tu animal contrario de adentro- dije con una risita.
Me mantuve alerta en cuanto se paró y tambaleó, lo último que quería que pasara era que se cayera. Pero al parecer fue algo leve, porque desapareció de una corrida.
Levanté las migas y un par de pochoclos que se perdieron entre el colchón y evitaba cualquier tipo de pensamiento negativo, referido a ese tema. Eres fuerte. Me consolava.
Al instante llegó mi amiga con algo entre sus manos y una sonrisa tímida. Estiró su mano y dejó mostrar un pequeño dige con una W, muy hermoso. Al parecer era de su familia, porque se la mostraba emocionada al dármelo.
La abracé al instante. -Muchas gracias, es hermoso- dije emocionada. Con suerte llevaba mi cadena con un pequeño escudo de lobo. Me quité ésta y coloqué el regalo de mi amiga. -Toma, conserva esto- y le dí el mio. -Podemos hacer de cuenta que es un dige de la amista- dije y luero reí, y volví a abrazarla.